jueves, 22 de abril de 2010

"LA DEONTOLOGÍA JURÍDICA O EL FIN DEL DERECHO"

Si los abogados y notarios no aplican los principios ético jurídicos a sus actuaciones cotidianas, la deontologìa jurídica será una quimera, una ficción real una alucinación filosófica, en donde el poder estará en manos de quienes por desgracia, conocen de normas legales.
N. Rivera.

Eso de los valores ha pasado a la historia, y nos es más que pura especulación idealista para los profesionales del derecho de éste siglo. El pensamiento ético per se, tuvo importancia solamente para los filósofos presocráticos y los embrionarios materialistas. Sin embargo, para el abogado y notario actual; que se perfila como un hedonista, cosista, utilitarista, pragmático, consumista y corrupto, ha pasado ha formar parte de las fuentes históricas del derecho, y las estudia de mala gana, cuando es convocado por algún Colegio Profesional.

Cuando hablamos del término deontología jurídica, a priori podemos decir que es la sistematización teórica-práctica de los principios o axiomas ético-jurídico y morales que rigen la conducta interna-externa del profesional del derecho y lo orientan hacia la dimensión del "deber ser" de tal manera que su comportamiento para con su cliente, sus colegas, las autoridades administrativas y jurisdiccionales sea congruente a los mas altos valores jurídicos y humanos.

Sin embargo hoy en día, la falta de atención prestada por los estudiantes a los temas filosóficos jurídicos, ha provocado cierto analfabetismo jurídico intelectual, a tal punto que el estudiante no es más que un ente inerte, vocero de las normas legales. Y más aún a tema deontología jurídica que si conocer el término; es porque los obligaron a leer el Código de Etica Profesional, en su curso de teoría del proceso.

Sin embargo, el abogado es el de las leyes, y no solo de las normas legales, sino que abarca el estudios de las leyes de la naturaleza, de la sociedad, leyes divinas, leyes metafísicas etc. De tal suerte que las normas éticas, morales y convencionalismos sociales, son fuente prima facie para todo estudiante de derecho, y más aún para el notable abogado y notario, que por supuesto, el hecho de haber obtenido los títulos profesionales, no lo acredita como conocedor del derecho. Solo la practica dirá si verdaderamente un profesional del derecho realmente lo es.

Este tema reviste mayor importancia, por el hecho de que estamos viviendo la época del comercio ético-moral. Al igual que Judas, los profesionales se venden al mejor postor, por un pedazo de pan y un vaso de agua, por supuesto algunos tienen un precio más caro, pero el resultado es el mismo. A tal punto que cualquiera que conozca a un profesional del derecho, será mejor que se aleje, -y no es paranoia- es pura precaución, porque dentro de su léxico complicado existirá un mensaje demagógico para despojar al obrero de los pocos centavos que le tiran los oligarcas.

No existe esa cultura de solución de problemas, es más, un problema es un asunto muy lucrativo para un abogado y notario. Y más aún, cuando el cliente necesita una respuesta inmediata, siempre habrá una respuesta positiva, mientras llega el "billuyo" a la bolsa del master science. A tal punto que dentro de algunos años, tendremos que dedicarnos a la pesca y al cultivo, pero de valores deontológicos jurídicos, para que las nuevas generaciones, entiendan -antes de meterse a camisa de once varas- que el derecho no es un negocio, es un ideal que apunta hacia la deseada aequitas.

Las próximas páginas estaran cargadas de deontología jurídica pura, hasta que rebalse la conciencia, o aplicamos estos principios inmutables, a vaticinemos el fin del derecho.






2 comentarios:

MarianoCantoral dijo...

es grato saber que seguís siendo un jurista real in fieri, un hombre de valores deontológicos, un estudiante axiológico que conceptualiza al derecho como un valor de la justicia y no como un simple ordenamiento normativo per se, ni como simple vida humana objetivada como recanses, a pesar de ser de que éste último es un gran jurista,se queda corto, ante tan compleja realida.

Incluso Kelsen podría reír en paz al saber que su pirámide iconográfica y su teoría que otorga la validez de la norma jurídica a la luz de la norma fundamental, eminentemente, sigue siendo enseñanda en las pretenciosas aulas conspicuas.


Abrazos broder...

Juan Alesandro dijo...

Muy cierto, interesante post Noe, es menester ponerlos en practica y hacer conciencia a ese marasmo juridico, que a dejado a la deontologia juridica, relegada al escarnio. Q estes bien broder. Un abrazo!